Recepción de la Sagrada Comunión en la Misa

Este comunicado es de parte de Padre Mark.

Mis manos son un pesebre para la Eucaristía

Como ustedes saben, hace diez días que recibí los resultados de mi prueba del COVID-19 y salí positivo.  Este fin de semana, cumplo diez días en cuarentena, pero algunos síntomas están empeorando. Así que he decidido continuar en cuarentena hasta que ya no tenga síntomas.

Yo sé que estamos acostumbrados a tener la opción de recibir la Comunión en la mano o en la boca y siempre hemos seguido los requisitos necesarios para la distribución de la Eucaristía. Pero, a pesar de esto, yo he contraído el virus y me preocupo por la salud de todos: clérigos, ministros extraordinarios, y por cada comulgante.  Por eso, efectivo inmediatamente todos los que comulgan necesitan recibir la Comunión en la mano – no comulgáremos recibiendo en la boca hasta que esta pandemia termine.

La manera correcta de comulgar recibiendo en la mano es que después de la reverencia y el AMEN, uno coloca una mano sobre la otra y las extiende hacia el ministro. Entonces, el ministro coloca la Santa Eucaristía en la palma de la mano, uno se remueve el cubre bocas, toma la Eucaristía con dos dedos, se la lleva a la boca frente al ministro y después el comulgante se vuelve a colocar su cubre bocas, regresando a su asiento, cuidando de que no queden partículas del Cuerpo de Cristo en su mano.  

Así como el paralitico extendió sus manos hacia Jesús para poder recibir sanación, nosotros extendemos nuestras manos hacia la Eucaristía para recibir el poder sanador de Jesús.

Yo sé que esto es difícil para muchos, porque quieren mostrar reverencia a Jesús en la Eucaristía, pero es necesario hacerlo de esta manera hasta al fin de esta pandemia.  Esto es por la salud y seguridad de todos.  No excepciones – este es un requisito efectivo inmediatamente. Además, si alguien tiene síntomas de COVID-19, ha tenido contacto con alguien que ha dado positivo al virus, o es positivo al COVID-19, les pido no asistir a Misa durante su tiempo de cuarentena.

Durante este tiempo, consideremos nuestras manos como un pesebre de Jesús en la Eucaristía para recibir su poder de sanación.

Gracias, Padre Mark